Este incremento en los controles de drogas supone que se van  a realizar 45.000 pruebas más que las que se hicieron en 2015, es decir un incremento del 38%. 

El objetivo principal de reforzar estos controles es sacar de la circulación a aquellos conductores que se ponen al volante tras haber consumido algún tipo de droga. Más del 19% de los conductores consumes drogas.

Pero, ¿sabes cómo se realiza un control de drogas?, en 'Ponle Freno' te lo contamos paso a paso:

1) Generalmente se realiza una prueba de alcoholemia y después se toma una muestra de saliva con unos dispositivos especiales con el objetivo de detectar posibles sustancias ilegales.

2) Si el test da positivo, se vuelve a realizar una segunda muestra de saliva. En este caso (al igual que ocurre en la prueba de alcoholemia), el conductor no podrá volver a ponerse al volante de su coche.

Si lo desea, puede esperar y someterse a otra prueba pasado un tiempo. Esta segunda muestra se envía al laboratorio toxicológico, con cadena de custodia, para garantizar que durante el transporte no sufre ninguna manipulación. Allí, se realiza la prueba 'evidencial', es decir, se confirman la sustancia o sustancias ingeridas así como su cantidad.

3) Los agentes también observarán los signos externos que presenta el conductor, siguiendo un cuestionario previo, como: nerviosismo, sudoración, euforia, habla dificultosa, temblores...

4) El conductor también puede solicitar que se le realice un análisis de sangre como prueba de contraste, el cúal se realizará por personal sanitario en un centro hospitalario. Si el resultado es positivo, es el solicitante el que deberá pagar los gastos.

5)  Los resultados del laboratorio toxicológico se unen al informe del agente de la Guardia Civil, y se inicia el correspondiente expediente, bien en vía administrativa, bien en vía judicial.

El artículo 65 de la Ley de Seguridad Vial tipica como infracción muy grave la conducción bajo los efectos de las drogas . Si el conductor da positivo, pero no presenta síntomas evidentes, la sanción es administrativa con una multa de 500 euros y la pérdida de 6 puntos del permiso de conducir.

Además si da positivo en el test de saliva y el conductor tiene algún síntoma de estar bajo la influencia de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas como nerviosismo, sudoración o dificultad en el habla, tendrá que enfrentarse a un delito tipificado en el artículo 379. 2 del Código Penal que establece penas de prisión de 3 a 6 meses o multa de 6 a 12 meses (que se concreta en una sanción cuya cuantía depende de la capacidad económica del condenado) o bien, la de trabajos en beneficio de la comunidad. En cualquier caso se le retirará el permiso de conducir entre 1 y 4 años. 

Por otro lado, si el concudctor se niega a someterse a los controles de alcohol o drogas, será castigado con penas de prisión de 6 meses a 1 año y privación del derecho a conducir entre 1 y 4 años, según recoge el artículo 383 del Código Penal.