La crisis por Covid-19 supondrá distintos cambios en la movilidad tras el confinamiento. Una tendencia, que como observan los expertos, podría significar un despunte del vehículo privado en detrimento del transporte público, o compartido.
Sin embargo, si bien se espera que aumente el número de vehículos personales en las vías, el coche no será el único medio de transporte que saldrá beneficiado de esta situación. Como afirma Ramón Ledesma, de la consultora Pons Seguridad Vial, el incremento de turismos derivaría en todo tipo de colapsos de tráfico. Por lo que parte de la población optará por la movilidad sobre dos ruedas.
Así, aumentaría también el número de motos, bicicletas y patinetes en circulación. Unos vehículos que, en el caso de las bicicletas, desde distintas organizaciones describen como la mejor opción para mantener el distanciamiento social en los traslados y favorecer la sostenibilidad.
De esta forma, Ledesma considera que la manera más eficaz de integrar este nuevo tipo de movilidad debería pasar por una reducción del máximo de velocidad, que se situase en 30 km/h en la mayoría de calles.
Por otra parte, desde el Ministerio de Transición Ecológica para el Reto Demográfico ya han pedido que se fomente el uso de la bicicleta en municipios de más de 5.000 habitantes. A través de esta medida, además, se busca también reducir la contaminación, relacionada de forma muy estrecha con la transmisión de virus como Covid-19.