La DGT se plantea incluir en la reforma de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial una reducción del límite de velocidad de 100 a 90 km/h en algunos tramos de carreteras convencionales. El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha explicado que desde la DGT "se están barajando" determinadas medidas en la reforma de la Ley de Tráfico, tales como bajar el límite de velocidad de 100 a 90 km/h en algunas carreteras convencionales, cómo ocurre en "todos los países de nuestro entorno en la UE".

Además "hay otra serie de medidas que se están estudiando para incorporar a la ley, pero todavía no hay ninguna medida que esté decidida en su totalidad. Estamos en momentos previos", ha precisado el ministro.

Zoido ha indicado que la DGT ultima cambios normativos con la opinión de expertos y con diversos estudios, con el fin de que la nueva ley pueda "garantizar mejor la seguridad en nuestras vías".

La reducción del límite de velocidad de 100 a 90 km/h ya se contempló en la reforma del Reglamento General de Circulación que preparó la DGT en 2015 cuando María Seguí estaba al frente de este organismo, pero esta propuesta quedó en un cajón ante la resistencia del Ministerio del Interior a modificar esa norma y tras el dictamen desfavorable del Consejo de Estado.

El borrador del Reglamento General de Circulación señalaba que el límite en carreteras convencionales para coches, motos y cuadriciclos bajaría de 100 a 90 km/h cuando circulen por una vía con un ancho de al menos 6,5 metros (baremo que sustituye a los actuales 1,5 metros de anchura del arcén), de 90 a 70 km/h si la calzada es menor de 6,5 metros y con marcas de separación entre ambos sentidos, y de 90 a 50 km/h si tiene menos de 6,5 metros y no hay líneas discontinuas entre los carriles. Y en las vías secundarias sin pavimentar no se podría circular en ningún caso a más de 30 km/h.

Multas por contaminar en exceso

Además de la reducción de velocidad, se podría incluir en la reforma de la Ley de Tráfico otra medida relacionada con la pérdida de puntos por parte de los conductores si incumplen las restricciones medioambientales que sean impuestas por los ayuntamientos en episodios de alta contaminación, como ya sucede en Madrid y Barcelona.

Lo que indica que el Ministerio del Interior trabaja en un nuevo marco normativo del tráfico y la seguridad vial, y que pretende con la futura ley "afrontar de manera más efectiva los retos actuales de la movilidad segura y sostenible, tanto en ciudad como en carretera, y uno de esos retos es la respuesta eficaz al control medioambiental de la movilidad".

Así, el borrador del anteproyecto de ley recoge varias medidas sobre el impacto ambiental de la circulación, entre ellas considerar como infracción grave el incumplimiento de las restricciones medioambientales, lo que, según la normativa actual, acarrea una sanción de 200 euros. "Incluso se contempla la posibilidad de detracción de puntos para este tipo de infracciones", añade.

Otras medidas son el establecimiento de las competencias de las administraciones públicas y la coordinación entre ellas, y la definición de las Áreas de Prioridad Residencial (APR) y de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE).