Durante los cinco días que ha durado esta campaña, de los 3.640 vehículos controlados por los agentes de tráfico, 1.640 han sido denunciados, principalmente por irregularidades administrativas. Dos conductores han dado positivo en los controles preventivos de drogas realizadas por los agentes a los conductores de transporte escolar y ninguno lo ha hecho en alcohol.

Además, se ha constatado una disminución de las infracciones por exceso de velocidad, que no han tenido lugar, y las relacionadas con el uso del cinturón de seguridad, que se han reducido a la mitad en comparación con la campaña anterior pasando de 16 a 8.

Como viene siendo habitual, las irregularidades administrativas son las que mayor número de denuncias han generado. Por ejemplo, no disponer de la autorización especial para realizar transporte escolar ha supuesto la denuncia a 1.123 vehículos y 359 la han recibido por no tener suscrito un seguro de responsabilidad ilimitado, tal y como exige la ley.

Los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil también han comprobado que 139 vehículos controlados no llevaban la correspondiente señal V-10 de transporte escolar y otros 27 carecían del dispositivo luminoso con señal de emergencia.

Además, 94 vehículos de transporte escolar presentaban deficiencias en las puertas de servicio y emergencias, así como en sus dispositivos de accionamiento y otros 32 fueron denunciados por no tener en regla la Inspección Técnica de Vehículos.

Por último, en lo que se refiere al exceso de tiempo de conducción o minoración del descanso, 18 conductores fueron denunciados por este motivo y otros 19 por no llevar a bordo del autocar una persona encargada del cuidado de los menores, cuando así procedía.

Esta campaña se enmarca dentro de la preocupación de la DGT para que el transporte de menores se realice de forma segura, lo que lleva a los agentes a realizar permanentemente controles en este tipo de vehículos.