La Dirección General de Tráfico (DGT), en colaboración con la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, ha concluido su última campaña de vigilancia de la velocidad con un preocupante balance: 75.028 conductores fueron denunciados por circular por encima del límite permitido en tan solo una semana, entre los días 7 y 13 de abril.

Durante esta campaña intensiva, se establecieron 3.527 puntos de control en toda España, con más de 5.100 horas de vigilancia dedicadas al control de 1.163.126 vehículos, lo que supone 207.322 vehículos más que en la anterior campaña realizada en julio de 2024.

Aumento de infracciones en vías rápidas

El 6,5% de los vehículos controlados superaba la velocidad permitida. Por tipo de vía, las carreteras convencionales concentraron el mayor porcentaje de denuncias (6,56%), con 33.250 conductores sancionados, seguidas por autopistas y autovías (6,3%), con 39.862 denunciados. Además, se detectaron 1.916 infracciones en travesías.

Un dato especialmente significativo es el aumento del 1,4% de las denuncias en vías de alta capacidad (autopistas y autovías) respecto a la campaña anterior, lo que pone de manifiesto una relajación en el cumplimiento de los límites en estas infraestructuras.

Delitos penales por velocidad excesiva

La campaña también dejó 11 casos de conductores que fueron puestos a disposición judicial, tras ser detectados circulando a más de 80 km/h por encima del límite permitido, conducta que constituye un delito contra la seguridad vial según el artículo 379.1 del Código Penal.

Un mensaje unificado

A esta operación de control se sumaron también policías autonómicas y locales, lo que permitió unificar el mensaje de respeto a los límites de velocidad en cualquier tipo de vía, reforzando así el carácter preventivo y disuasorio de la campaña.

La DGT insiste en que la velocidad excesiva o inadecuada sigue siendo una de las principales causas de accidentes mortales, y recuerda que estas campañas no solo buscan sancionar, sino concienciar a los conductores sobre los riesgos que supone no respetar los límites establecidos.