De este modo, ha señalado que se trata de un dato preocupante y un disparate pues, de los 205 fallecidos en carreteras en este verano, 60 de ellos eran motoristas, lo que supone tres de cada diez fallecidos. Asimismo, desde el inicio de 2023, han fallecido 190 motoristas, lo que representa un 27% del total de los siniestros viales.
También hay que señalar los datos del último fin de semana, que dejó 13 fallecidos en las carreteras, de los que seis de ellos eran motoristas, ante lo que la DGT está preocupada. La moto, señalan desde Tráfico, siempre es el reto más grande en términos de seguridad vial, pues se trata de un medio de desplazamiento muy vulnerable. En caso de accidente, lo más probable es morir o estar herido muy grave.
Sobre el perfil de los fallecidos, un 97% corresponde a hombres de mediana edad, en concreto, de 35 a 64 años en el 64% de los casos. Además, ha especificado que la mayoría tiene experiencia en la carretera de más de diez años y que manejan moto grande de más de 500 centímetros cúbicos en un 64% (lo que supone tres de cada cuatro siniestros viales).
Por otra parte, ocho de cada diez siniestros con fallecidos ha ocurrido en carretera convencional por salida de la vía (uno de cada dos), durante el fin de semana en el 50% de los casos. En este sentido, afirman que el motorista se sale solo y que la salida de la vía está ligada a una alta velocidad, a una distracción o a no responder a tiempo al trazado de la carretera.
Ante esto, aseguran que en España hay un desafío, ya que la red convencional es muy grande. "España tiene un nivel de seguridad muy bueno, pero los accidentes cada vez son más diversos, ocurren en todas partes. Por eso, tienes que estar atento en toda la red de carreteras", ha aconsejado Gómez.
En la moto, la carrocería eres tú
Respecto a la seguridad de los motoristas, ha recordado la importancia del equipamiento de protección (como el casco o la vestimenta), incluso del adicional como el 'airbag'. "Está demostrado que reduce las lesiones", ha afirmado.
Por último, ha alertado sobre la vulnerabilidad de la moto, donde no se puede confiar ante ninguna circunstancia. Pues, aunque el desplazamiento sea ligado al ocio en fin de semana o al disfrute de la carretera, no se puede bajar la guardia, concluye.