Los animales salvajes provocan al año 14.000 accidentes de tráfico y los más habituales son los jabalíes. La solución para evitar este tipo de accidentes podría estar en colocar en guardarraíles o quitamiedos, una simple botella con orín de lobos procedentes de Alaska es un repelente perfecto para ahuyentar a estos animales que desisten de pasar por miedo a entrar en el territorio de un lobo.

La diputación de Cantabria empezó a utilizar este repelente natural en 2013 en tres tramos de la red viaria española y ya hay puestas más de 3.000 botellas. Desde entonces, y gracias a esta medida, se han reducido los accidentes en esos tramos en un 75%.

La orina, procedente de estos animales, se repone cada seis meses para que no pierda su efectividad y ahuyente a la fauna silvestre en tramos especialmente sensibles de la red viaria.

Además, el producto se refuerza con elementos específicos para especies como el corzo o el jabalí que les atraen hacia pasos sin peligro y se refuerza el cierre de los viales para forzar aún más el paso obligado de los animales por los puntos escogidos.

Otras comunidades como el País Vasco hace años que las colocan y han notado el miedo de los jabalíes al lobo.

La gran mayoría de los accidentes con animales sueltos se da en carreteras convencionales, como la de Oleiros en La Coruña. Este tipo de siniestros causaron el año pasado 600 heridos.

Los datos demuestran que la orina de lobo funciona a la hora de evitar los accidentes causados por atropellos a animales salvajes.

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