Nuestros vehículos deben estar en buen estado a la hora de realizar viajes o trayectos más largos de los habituales y, por eso, debemos revisar algunas partes antes, como es el motor, los frenos, los neumáticos o las luces.

Es importante comprobar que la presión de las ruedas es la recomendada por el fabricante, una cifra que suele aparecer en una pegatina colocada en la puerta del conductor, pues tener un buen mantenimiento de las ruedas puede prevenir de sufrir algún contratiempo durante el viaje. Además, debemos verificar que las gomas no estén desgastadas y que tengan una profundidad mínima de 1,6 milímetros.

Mientras que es fácil controlar los líquidos de frenos, refrigerante y limpiaparabrisas o las luces e intermitentes, para el comprobar el estado del motor y de los frenos, lo aconsejable es acudir a un taller para que lo revisen profesionales.

Además, la Dirección General de Tráfico (DGT) recuerda que es importante estar bien hidratado, hacer paradas cada dos horas para descansar y mantener el vehículo desinfectado.