Tráfico se centra en los conductores policonsumidores, aquellos que se ponen al volante habitualmente tras haber consumido alcohol y drogas de forma combinada. Para ampliar la campaña a las vías urbanas, la DGT ha invitado a los ayuntamientos de más de 25.000 habitantes para que se sumen a la campaña, con el establecimiento de controles en sus cascos urbanos.
La campaña se desarrolla de forma simultánea en 25 países europeos a través de la Organización Internacional de Policías de Tráfico (TISPOL).
Para Gregorio Serrano, el director general de Tráfico "el objetivo de este tipo de campañas es concienciar a los ciudadanos que no sólo el alcohol es incompatible con la conducción, sino que otras drogas como el cannabis, la cocaína, anfetaminas o los opiáceo son sustancias psicoactivas que tienen efectos, en muchos casos letales, cuando después se conduce".
Además, ha añadido que "la realización de estos controles preventivos en carretera es junto con la educación vial, uno de los instrumentos más eficaces para disuadir al conductor de ponerse al volante si ha consumido cualquier sustancia psicoactiva".
Efectos de las sustancias psicoactivas
Los efectos que produce el alcohol en la conducción son, según la DGT; conocidos por la casi totalidad de la sociedad, en cambio los efectos de otras drogas: cannabis, cocaína, anfetamina son más desconocidos entre la población. Este hecho ha llevado al organismo a incrementar el número de controles de drogas, lo que supone realizar mayor número de acciones educativas y campañas divulgativas incidiendo en los peligros de las drogas y la conducción.
La memoria anual del Instituto Nacional de Toxicología, señala que el 43 % (253) de los 589 conductores fallecidos y analizados por dicho organismo tenían presencia en sangre de alcohol, drogas o psicofármacos. En el caso de los peatones analizados (167), este porcentaje asciende al 32 % (53).
En 2016, más de 100.000 conductores dieron positivo en los controles de alcohol y otras drogas que los agentes realizaron en vías interurbanas. A estas cifras hay que sumar la de los controles que realizan las distintas policías locales y autonómicas en su ámbito de actuación.
El Estudio de prevalencia de sustancias psicoactivas en conductores (EDAP) realizado en 2015 por la DGT constata que 12 de cada 100 conductores circulan tras haber ingerido drogas y/o alcohol.