LaDirección General de Tráficoha intensificado durante este fin de semana la vigilancia en aquellas carreteras más frecuentadas por motoristas con el fin de controlar el cumplimiento de las normas más importantes que afectan a la conducción de motocicletas y, de este modo, reducir la siniestralidad.
Durante una serie de periodos repartidos entre junio y septiembre, este fin de semana es el segundo de los cuales los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil focalizan la vigilancia en este colectivo, aprovechando así el fin de semana para incrementar los desplazamientos en estos vehículos, convirtiéndolos en una actividad recreativa en sí misma.
Los motoristas son un colectivo que preocupa a la DGT por su vulnerabilidad y por ser el único medio de desplazamiento que aumenta su siniestralidad. Por esta razón, el organismo hace un llamamiento a los usuarios de las dos ruedas para que la prudencia, la atención y el respeto de las normas de tráfico sean una constante durante la conducción de las motos.
En lo que va de año, 199 motoristas han fallecido en carretera (18 más que en el mismo periodo del año pasado) lo que representa el 26% del total de los fallecidos en vías interurbanas.
Además, si tenemos en cuenta la siniestralidad de este colectivo en función del tipo de vía y del día de la semana en el que fallece, podemos asegurar que la suma de motoristas con carreteras convencionales y fines de semana es una operación que entraña una elevada peligrosidad.
De los 199 motoristas fallecidos, 153 fueron en siniestros que tuvieron lugar en carreteras convencionales y 104 en fin de semana.
Asimismo, siguen aumentando los siniestros por salidas de vía, con 94 fallecidos, un hecho que hace necesario llamar la atención a estos usuarios motoristas al tratarse de un tipo de accidente en el que no está implicado ningún otro vehículo y en el que suele estar presente una distracción por parte del conductor o una velocidad inadecuada.
Por último, la DGT destaca que el perfil del motorista fallecido es de un hombre de entre 35 y 64 años que conduce una moto de alta cilindrada y con más de 10 años de antigüedad.