El equipo, liderado por el profesor Noriaki Ohuchi, estudió el caso de 73.000 mujeres y concluyó que la detección del cáncer fue 1,5 veces mayor en aquellas que fueron examinadas a través de esta combinación de mamografía y ecografía frente a las que sólo se sometieron a la primera prueba, según informa el diario 'Japan Times'.

Se trata de un gran avance ya que la tasa de detencción del cáncer en una etapa temprana, gracias a este procedimiento, es "particularmente alta", según el equipo de la Universidad de Tohoku, que señaló que el perfeccionamiento de este sistema de diagnóstico podría prolongarse aún durante una década.

"Puede ser un poco temprano para que las administraciones públicas incluyan este método en sus servicios de salud. Pero puede ser una opción, con un coste adicional, para aquellos pacientes que están especialmente preocupados", apuntó por su parte Mamoru Fukuda, director del St. Marianna University Breast & Imaging Center, uno de los más avanzados en este terreno en Japón.