Nos subimos a un vehículo con un experto en conducción sobre nieve. La primera recomendación arrancar suavemente en primera o en segunda para que las ruedas no patinen.

Las maniobras deben ser progresivas, sin brusquedad y mejor frenar en línea recta. Si encontramos una placa de hielo aconsejan circular a la velocidad del paso humano.

Mucha atención a las rodaduras marcadas en la nieve. Si no han sido marcadas por el coche que va delante mejor evitarlas. Es ahí donde se forma el hielo.

Se debe conducir con la luz de posición y cruce y encender la antiniebla delantera. Sólo en casos de fuerte nevada o espesa niebla se enciende la trasera porque puede deslumbrar al resto de los conductores.

Este tipo de conducción adversa fatiga a la hora de conducir. Se recomienda parar cada 50 minutos a descansar y no cada 2 horas como es habitual.