Distintos estudios han llegado a esta conclusión y se centran en establecer una importante relación entre la hipertensión y la esfera cognitiva y se ha observado que aquellos pacientes hipertensos que reciben tratamiento eficaz tienen una menor probabilidad de desarrollar demencia, en comparación con los no tratados.

"Controlar la presión arterial en pacientes de mediana edad con medicamentos relativamente baratos y que este hecho pueda lograr evitar o retardar la demencia en la edad anciana supondría múltiples beneficios. Además, cabe destacar que el impacto que esto puede tener desde el punto de vista sociosanitario y económico es espectacular", ha comentado el presidente del Council on Hypertension de la Sociedad Europea de Cardiología, Antonio Coca.

Así, y durante los últimos cinco años, distintas investigaciones han intentado resolver cuál es la base anatomopatológica que permite explicar la relación entre la presión arterial y la esfera cognitiva.

Gracias a la evolución en las técnicas de imagen, particularmente de la resonancia magnética cerebral, se ha observado que la hipertensión provoca lesiones isquémicas en las arteriolas de menor calibre que penetran en el interior del cerebro.

Otro estudio ha mostrado que la presión sistólica y su variabilidad obtenida por automedida domiciliaria se asocia a un mayor riesgo de deterioro cognitivo. 

De hecho, tras analizar más de 500 personas, la investigación concluía que la medición de la presión arterial en casa puede aportar información clínica de utilidad para la detección del deterioro cognitivo