Así, de las 356 pacientes analizadas hasta la fecha dentro del estudio, en un 75 por ciento de los casos se han detectado anomalías en los genes de su tumor, pero solo un 15 por ciento de ellas eran conocedoras previamente de dichas alteraciones.

Gracias al uso de las pruebas de secuenciación para detectar mutaciones o biomarcadores tanto en sangre como en tejido tumoral que se han llevado a cabo en el contexto del estudio 'HOPE', se han multiplicado por 5 las pacientes que ahora disponen de una información que podría ayudarles a orientar su tratamiento oncológico.

Estos hallazgos demuestran la necesidad de promover el acceso de las pacientes a estas técnicas diagnósticas para poder extender la oncología de precisión a todo el territorio. Estos datos los ha presentado este domingo el doctor Tomás Pascual, investigador del estudio 'HOPE', director científico de Solti y oncólogo médico del Hospital Clínic de Barcelona, durante el congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO 2023), y corresponden al análisis de más del 50 por ciento de las 600 pacientes incluidas en el estudio HOPE.

"El uso de pruebas de secuenciación para detectar mutaciones o biomarcadores en sangre y tejido dentro del estudio ha permitido incrementar en 60 puntos porcentuales la detección de alteraciones genómicas potencialmente tratables en las pacientes incluidas, pasando del 15 por ciento al 75 por ciento. Eso implica que, de cada 10 pacientes, 7 tienen una alteración, sin embargo, antes solo 1 lo sabía y gracias a HOPE, las 6 restantes, ya lo saben", ha afirmado. "Pese a que, a día de hoy, no todas las alteraciones disponen aún de tratamiento dirigido disponible o de uso generalizado, este es sin duda un paso necesario: sin conocer las alteraciones nunca podríamos llegar a tratarlas. 'HOPE' ha corroborado que cada tumor es una enfermedad distinta y que su secuenciación es básica para dar con un tratamiento que amplíe las opciones terapéuticas en cada caso", ha expresado.

Además, toda la información obtenida de la secuenciación de las muestras, junto con la información clínica proporcionada por la misma paciente, permitirá a los investigadores realizar análisis estadísticos, conocer mejor la biología de esta enfermedad y plantear nuevas propuestas de investigación.

De hecho, y dado el creciente número de biomarcadores y terapias dirigidas en el ámbito de la oncología y con la experiencia que está aportando el estudio para pacientes con cáncer de mama metastásico, Solti ha replicado por primera vez el modelo de ensayo para focalizarlo ahora en cáncer de próstata. El estudio 'HOPE-próstata' ya está en marcha e incluirá a 240 pacientes con cáncer de próstata metastásico de todo el país sin importar su lugar de procedencia.