Un grupo de investigadores ha realizado un estudio preclínico con roedores y han descubierto que las células madre trasplantadas, después de una semana después de que un paciente terminara con sus sesiones de quimioterapia, restauraron una gama de funciones cognitivas, como se vio un mes después mediante pruebas de comportamiento. En contraste, las ratas no tratadas mostraron un deterioro significativo del aprendizaje y la memoria.

El uso frecuente de la quimioterapia para combatir varios tipos de cáncer puede producir disfunción cognitiva grave, a menudo calificada como "quimiocerebro", que puede persistir y manifestarse de muchas maneras mucho después de finalizar los tratamientos hasta en el 75% de los casos, un problema de especial preocupación con los pacientes pediátricos.

"Nuestros resultados proporcionan la primera evidencia sólida de que el trasplante de células madre neurales humanas se puede utilizar para revertir los daños inducidos por la quimioterapia en el tejido sano del cerebro", afirma Charles Limoli, profesor de Oncología de Radiación en UCI.

Muchos agentes quimioterapéuticos empleados para tratar tipos de cáncer dispares desencadenan la inflamación en el hipocampo, una región cerebral responsable de muchas capacidades cognitivas, tales como el aprendizaje y la memoria. Esta inflamación puede destruir neuronas y otros tipos de células en el cerebro. Además, estos compuestos tóxicos dañan la estructura conectiva de las neuronas, denominadas dendritas y axones, y alteran la integridad de las sinapsis, los vínculos vitales que permiten a las neuronas pasar señales eléctricas y químicas por todo el cerebro.

Como consecuencia, las neuronas afectadas tienen menos capacidad de transmitir importantes mensajes neuronales que subyacen en el aprendizaje y la memoria. "En muchos casos, las personas experimentan deterioro cognitivo grave que es progresivo y debilitante,explica Limoli. Para los pacientes de cáncer pediátrico, los resultados pueden ser particularmente devastadores, dando lugar a un coeficiente intelectual reducido, comportamiento asocial y disminución de la calidad de vida".

Para este estudio, se trasplantaron células madre neurales adultas en el cerebro de ratas después de la quimioterapia, las cuales emigraron por todo el hipocampo, donde sobrevivieron y se diferenciaron en múltiples tipos de células neuronales. Además, estas células activaron la secreción de factores de crecimiento neurotróficos que ayudaron a reconstruir las neuronas heridas.

"Esta investigación sugiere que las terapias con células madre algún día se llevarán a cabo en la clínica para proporcionar alivio a los pacientes que sufren de trastornos cognitivos sucedidos como resultado de sus tratamientos contra el cáncer. Aunque todavía queda mucho trabajo, puede ser posible realizar un ensayo clínico para analizar la seguridad de estos enfoques en unos pocos años", adelanta.