La vacunación es la medida más efectiva para prevenir la gripe y sus posibles complicaciones.

La temporada de actividad gripal en el hemisferio norte abarca desde el 1 de octubre hasta el 31 de marzo, un periodo de tiempo en el que se acumula los mayores casos de gripe en nuestro hemisferio. Sin embargo, la gripe no siempre se comporta igual, porque existen numerosas variables que influyen, desde las climáticas, hasta la densidad poblacional y otros factores, entre los que destaca la vacunación de la población.

Aunque la mejor manera para prevenir la gripe es la vacunación estacional anual, en ocasiones, esta fórmula no tiene una efectividad completa, y puede oscilar entre el 50- 70%.

Para conocer cómo va a ser la próxima temporada de gripe hay que analizar cómo se comporta el virus en el hemisferio sur. Esta temporada en este hemisferio ha sido de actividad moderada y, en consecuencia, lo esperable, es que tengamos una actividad gripal muy elevada en el hemisferio norte. Pero no se sabe a ciencia cierta.

Lo habitual es que se acumule un mayor número de casos en temporada gripal durante cuatro o cinco semanas; después tenga lugar una fase meseta, que puede durar otro mes; para finalmente registrar un descenso más largo.

Este patrón hace esperar que la actividad gripal se concentre a lo largo de dos meses o dos meses y medio, en otoño e invierno.

Cuanto antes se produzca la vacunación antes llega la inmunidad de grupo. Ahora se comienza a vacunar en otoño.

En la actualidad, el mundo está interconectado y los virus de la gripe pueden aparecen en cualquier momento del año, aunque en casos aislados.

Las principales vías de contagio son la vía aérea por inhalación de aerosoles que genera la persona infectada cuando habla, tose o estornuda: después estaría el contacto directo con personas u objetos contaminados. Además, el periodo de incubación es variable, de uno a cuatro días.

Cómo es la vacuna de la gripe

La composición de la vacuna puede ser tetravalente (albergan dos subtipos de virus gripal A y dos linajes del virus B) o trivalentes (uno de los dos linajes B), con varios subtipos que circulan; y se fabrica en huevo embrionario, o en cultivos celulares, y hay tecnologías de producción a partir de expresión génica, o modernamente con ARN mensajero, puesto de moda para las vacunas del SARS-CoV-2.

Pueden ser vacunas con virus vivos o atenuadas, administradas por vía intranasal; o desarrolladas con virus muertes, que pueden estar enteros o fraccionados.

La inmunidad que confiere la vacuna de la gripe no excede de los 8 o 9 meses, lo que dura un invierno y un otoño y por eso hay que revacunar todos los años.