El avance, que publica la revista 'Nature Materials', supone un salto cualitativo en el desarrollo de tejidos para investigar enfermedades, probar fármacos y, en un futuro, trasplantar tejidos.

Los nuevos minirriñones creados por el IBEC, con la colaboración del Hospital Clínic, la Universidad de Barcelona, el CSIC y el Salk Institute for Biological Studies (EEUU), son diferentes a los "minirriñones quiméricos" conseguidos en 2013 y mejorados luego en 2015, porque éstos están completamente hechos con células humanas, a diferencia de los anteriores, que las mezclaban con células de ratones.

También se diferencian en que los anteriores habían conseguido imitar minirriñones de un embrión de tres meses y éstos son más adultos, comparables al riñón de un feto de seis meses, y en el procedimiento para conseguirlo han tardado 20 días, y no 25 o 30 como en los otros modelos.

A partir de ahora, los investigadores podrán estudiar directamente este organoide en el laboratorio para ver cómo evoluciona y someterlo a las condiciones de enfermedades como la diabetes para ver cómo afectan determinados fármacos.

También es muy importante haber logrado reducir el plazo del proceso a 20 días y haber conseguido crear unos minirriñones que cada vez se parecen más a un órgano neonatal, porque se está más cerca de un tejido que puede ser trasplantado, "aunque aún lejos de poder trasplantar un riñón artificial", según indican los investigadores.

De momento, la ciencia sólo ha estudiado como se comportan y funcionan unas pocas de los 23 tipos de células diferentes que hay en un riñón, por lo que aún están lejos de hacer un riñón artificial trasplantable.

Los investigadores del IBEC ya han comenzado a comparar las células del minirriñón vascularizado con el comportamiento de las de pacientes del Hospital Clínic en condiciones, por ejemplo, de estrés o de diabetes con la intención de acercarse a la producción de células.

Este avance abre la puerta a nuevos progresos para aplicaciones en medicina personalizada y para desarrollar biomateriales con capacidad instructiva. Este procedimiento puede ser aplicado de inmediato en los laboratorios que trabajen en el modelado de enfermedades del riñón.