Este medicamento sólo se libera cuando alcanza la célula maligna y, por tanto, no daña tejidos sanos: eso hace que, a diferencia de otros medicamentos, no provoque la caída del cabello. 

Su autorización se aprobó en 2013 en Europa y ahora se acaba de probar su uso en España. Se utilizará en pacientes con tumores de mama del tipo HER2 positivo avanzado y metastásico, que ya han recibido tratamientos previos.

El medicamento, comercializado con el nombre de Kadcyla, permite aumentar la eficacia dirigida hacia la célula maligna, minimizar el impacto sobre el tejido sano y evitar muchos de los efectos secundarios de la quimioterapia "tan temidos", como la caída del cabello, las náuseas o los vómitos.

El tratamiento está indicado para el 20% de pacientes con cáncer de mama HER2 positivo (uno de cada cinco de todos los tumores de mama) que desarrollan metástasis y que no responden al tratamiento estándar (Trastuzumab y un taxano).

No obstante, se están realizando estudios de eficacia en tumores en fases precoces con el fin de prevenir recaídas e, incluso, en aquellos casos en los que no ha habido cirugía, aunque todavía no se dispone de resultados.

El fármaco supone un "hito importante", ya que es una oportunidad para aumentar la supervivencia de las pacientes con ese subtipo de cáncer de mama en fase metastásica, al dar un paso más hacia la cronicidad. Pacientes que hace 15 años vivían de media un año o año y medio, ahora consiguen vivir cinco años, una supervivencia que con el nuevo tratamiento aumenta entre cinco o seis meses.