Por todo el mundo, miles y miles de personas ante circunstancias poco previsibles, tiempo atrás, se han visto obligadas a limitar la vida que acostumbraban hasta entonces. En este sentido, no solo se habla de lesiones o accidentes sino también de diferentes tipos de enfermedades, como son las cardiovasculares, pulmonares o las discapacidades.
Esta última provoca deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales, previsiblemente permanentes, las cuales tienen que ver mucho con el cerebro. La Sociedad Española de Neurología (SEN) y entidades que conforman la Federación Mundial de Neurología y la Federación Mundial para la Neurorehabilitación celebraron el pasado 21 de julio el Día Mundial del Cerebro bajo el lema “Salud cerebral y discapacidad: no dejes a nadie atrás”.
Como cada año, el tema primordial de esta fiesta es la discapacidad, cuyo objetivo planteado para este año es “concienciar sobre que la discapacidad se puede prevenir, tratar y rehabilitar”. Y es que hoy en día, más de mil millones de personas (el 15 por ciento de la población mundial) sufre alguna clase de discapacidad, siendo casi el 50 % de esta discapacidad debido a enfermedades neurológicas. Un porcentaje que con el paso de los años aumentará debido al envejecimiento poblacional.
Concretamente, en España el dato es del 44 por ciento, con enfermedades como el ictus; el Alzhéimer; el Párkinson; la migraña; la epilepsia; la esclerosis múltiple; la demencia frontotemporal o la ELA (Esclerosis Lateral Amiotróficala), la cual lidera la clasificación. Esto significa que 9 de las 15 enfermedades más habituales entre los españoles con discapacidad son neurológicas.
A la vez, a nivel global este tipo de enfermedades son la principal causa de años de vida perdidos por discapacidad, sin importarse factores como la edad, sexo o el nivel socioeconómico. En el caso español, la SEN indica que las enfermedades neurológicas son las responsables del 50 por ciento de los años perdidos por discapacidad, del 23 por ciento de los años de vida perdidos por muerte prematura y las causantes del 19 por ciento de las muertes producidas en España.
Asimismo, las personas con discapacidad tienen el doble de opciones de tener afecciones crónicas perjudiciales para el cerebro y vida humana -la esperanza de vida baja 20 años-, como depresión; diabetes; obesidad o problemas vasculares.
Por todo esto, te mostramos un listado con cinco objetivos y hábitos cerebrosaludables que pueden ayudar a sufrir este tipo de discapacidad:
• Prevención: Es importante evitar, tratar y rehabilitar la discapacidad cerebral y enfermedades neurológicas como ictus (funciona en el 90 por ciento de los casos), y Alzheimer y epilepsia (no falla en el 30 por ciento de las veces). Se ha comprobado que el buen humor, la socialización, las actividades intelectuales y físicas, la dieta mediterránea, evitar el tabaco, el alcohol, la hipertensión y la depresión contribuyen a ello.
• Concienciación: Debe fomentarse en la sociedad que la salud cerebral puede disminuir la discapacidad asociada a las enfermedades neurológicas. Además, hay que ilustrar la complejidad de los problemas a los que se enfrentan todos los que tienen enfermedades neurológicas; centrar los esfuerzos en no dejar atrás a nadie.
• Acceso: La atención, tratamiento y rehabilitación de las enfermedades neurológicas es fundamental para que la tasa de discapacidad baje. De tal manera, es obligatorio una mejor atención médica profesional para las personas con discapacidad. Una tarea que concierne a las autoridades sanitarias, políticas, educativas y a la sociedad en general.
• Educación: Una buena enseñanza y concienciación sobre estas enfermedades neurológicas contribuye a prevenir enfermedades y empatizar con las personas y familiares con discapacidades de algún tipo.
• Defensa: La salud del cerebro debe recogerse como un derecho humano aplicable a todos en cualquier lugar del planeta.
