En el marco de la Conferencia Mundial AIDS 2022 han presentado los resultados del estudio sobre esta paciente que fue diagnosticada en el estadio de infección aguda por el VIH y fue incluida en un ensayo clínico con tratamiento antirretroviral durante nueve meses y diversas intervenciones inmunomoduladoras con la ciclosporina A, un inmunosupresor.

Los investigadores vieron que las células sanguíneas de la paciente eran altamente resistentes a ser infectadas por el virus del VIH en cultivos in-vitro, pero que sus linfocitos T CD4+ purificados eran susceptibles a la infección por el VIH, lo que sugiere que otras poblaciones celulares de la sangre bloqueaban la infección y podrían contribuir al control del virus.

Los resultados del estudio

A través de un ensayo de inhibición viral, el estudio ha demostrado que existe una fuerte inhibición del VIH promovida por dos tipos de linfocitos: las células natural killer, que forman parte del sistema inmune innato y constituyen la primera línea de defensa frente a diferentes patógenos; y los linfocitos T CD8+, que juegan un papel clave en la defensa de las células frente a virus y bacterias.

Actualmente el tratamiento antirretroviral es efectivo para suprimir la replicación viral, el VIH persiste en los reservorios y se recupera después de suspender la terapia, pero se dan pocos casos de personas que mantengan cargas virales indetectables sin tomar medicación, lo que supone un modelo realista para el cuidado funcional del VIH.

Otros casos de curación están relacionados con el trasplante de médula ósea o en pacientes excepcionales que tienen virus defectuosos o factores genéticos asociados con una potente respuesta inmune al VIH de un tipo de linfocito, las células T CD8+, en los llamados controladores de élite.

Para los investigadores del Hospital Clínic, Josep M. Miró, Juan Ambrosioni, Sonsoles Sánchez-Palomino, Núria Climent, Josep Mallolas y José Alcamí, este caso de curación funcional abre la puerta al desarrollo de nuevas estrategias potenciales de tratamiento para aumentar la actividad de las células implicadas en la respuesta innata de la paciente frente al virus.