La investigación, publicada en el 'Journal of Clinical Endocrinology & Metabolis de la Sociedad Endocrina', muestra también que existe un riesgo mayor cuando se trata de una fractura de cadera y menos riesgo en fracturas distales o menores, cuyas probabilidades de muerte duran la mitad, cinco años.

En general, "una fractura es el punto de partida para problemas de salud mucho más amplios que persisten mucho después de que la fractura se haya curado y que, finalmente, puede provocar una muerte prematura", señalan los expertos.

En esta misma línea, los hombres tienen un 33% más de riesgo de muerte mientras que las mujeres presentan un 20% más.

Por todo esto, es fundamental la intervención temprana. "Necesitamos entender el riesgo de fracturarse un hueso antes de que ocurra la fractura y tratar a esa persona en consecuencia. Aunque la intervención después de la primera fractura es crítica, también necesitamos diagnosticar a aquellos en riesgo de sufrir fracturas antes de que ocurran estos importantes impactos en la salud", concluyen.