El equipo de investigación, liderado por Joan Nichols y Joaquín Cortiella fue pionero en crear en el laboratorio pulmones humanos, a través de la bioingeniería en 2014. Ahora, han dado detalles sobre cómo ha progresado su trabajo estos cuatro años y destaca que no se hayan producido complicaciones en los cerdos trasplantados.

Para producir los pulmones es necesario un andamio de soporte que satisfaga las necesidades estructurales de un pulmón. Este andamio se creó utilizando el pulmón de un animal que fue tratado con una mezcla de azúcar y detergente para eliminar las células y las sangre y para dejar solamente las proteínas del andamiaje o el esqueleto del pulmón.

Las células utilizadas para producir cada pulmón de bioingeniería son de un único pulmón extraído a los animales del estudio.

El andamio del pulmón se colocó en un tanque lleno de un cóctel de nutrientes al que añadieron las células de los animales, siguiendo un protocolo.

Los pulmones bioingeniería se cultivaron en un biorreactor durante un periodo de 30 días hasta su trasplante.

Los animales permanecieron vivos durante 10 horas, dos semanas, un mes y dos meses después del trasplante. Este tiempo permitió a los investigadores examinar el desarrollo del tejido pulmonar después del trasplante, ver cómo el pulmón se integraba en el cuerpo y comprobar que todos los animales se mantenían sanos.

Los cerdos que recibieron un pulmón se mantuvieron saludables. Dos semanas después del trasplante, el órgano había establecido la sólida red de vasos sanguíneos necesarios para sobrevivir.