En el caso de los niños, estos tumores aparecen frecuentemente antes de los 3 años y su pronóstico es muy malo, con recaídas hasta 15 años después del primer ependimoma.

El problema de los tumores ependimarios es que no se conoce su causa y eso dificulta encontrar nuevas terapias. Se han encontrado indicios de una posible implicación de retrovirus endógenos humanos, elementos virales que forman parte de nuestro ADN y que provienen de virus que infectaron a nuestros antepasados hace 2-40 millones de años.

Investigadores del Hospital Nacional de Parapléjicos trabajan en un proyecto para determinar de modo fehaciente la presencia activa de estos retroviurs en los ependimomas para atacarlos con antirretrovirales y así frenar la actividad tumoral de las células de ependimoma humano.