El último libro del catedrático en economía, Santiago Niño-Becerra, recoge las claves para sobrevivir más allá de la pandemia. 'Futuro, ¿qué futuro?' plantea el porvenir que está por llegar cuando el Covid-19 sea tan solo un recuerdo.
Pensionistas, empresarios, jóvenes y niños, se encuentran en el punto de mira del libro, donde Niño-Becerra hace un ejercicio de predicción a largo plazo a partir de la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos) y otros estudios que pronostican un próximo panorama sombrío. Estos cambios notables en la economía mundial estarán marcados, sobre todo, por los avances tecnológicos y el crecimiento desmesurado de los oligopolios, influyendo en la vida de las empresas y sus trabajadores. Por otro lado, también menciona el gran poder que las corporaciones terminarán adquiriendo, convirtiéndose posiblemente en operadores financieros globales.
Niño-Becerra compara esta crisis con las sufridas anteriormente y señala que "en realidad, se trata de la misma crisis", refiriéndose a la que comenzó en el año 2007 cuando el método económico utilizado por entonces se agotó, desencadenando un fuerte periodo de crisis que afectó a toda la población mundial.
Con respecto a la nueva normalidad post pandémica a la que muchos expertos se han referido, el autor de 'Futuro, ¿qué futuro?', explica que la pandemia actúa de acelerador potenciando la capacidad del uso de la tecnología. A su vez, detalla que esta tecnología incrementa "exponencialmente la productividad" y deriva a la gran pregunta sobre si la sociedad está realmente preparada para asumir los cambios que se están produciendo a nivel tecnológico, cuya respuesta, Niño-Becerra se atreve a contestar con un rotundo "no".
El economista, además, prevé que el modelo económico futuro al que nos dirigimos se basará en la flexibilidad, el acceso al uso, el ahorro de insumos, la productividad... un modelo muy distinto al que hemos estado adoptando hasta ahora. Sin embargo, esta adaptación en España será mucho más complicada y detalla que"con un modelo muy dependiente del exterior, como en el turismo, con una productividad y tasa de actividad muy baja, España lo va a tener muy complicado".