La escritora gallega María Oruña nos presenta su nueva novela ‘Donde fuimos invencibles’, la tercera entrega de una saga protagonizada por la teniente Valentina Redondo. En esta ocasión, el asesinato que deberá resolver está envuelto en un aura fantasmagórica. La propia autora nos hace una pequeña sinopsis de su nueva novela: “Valentina Redondo se va a enfrentar a un misterio extraordinario: tiene que visitar el palacio del Amo, un lugar donde están sucediendo cosas muy extrañas e inexplicables. Su propio morador, Carlos Green, un escritor que está allí para crear una nueva novela autobiográfica, también va a tener que averiguar. Valentina tendrá que investigar entre dos mundos.”

Oruña nos confiesa que con Cantabria, lugar dónde ha emplazado a los protagonistas de esta saga, tiene una relación curiosa: asegura que la región le habla: "Cantabria para mí, no sé por qué, pero me ofrece crímenes constantemente que yo pergeño en mi cabeza". Ya le ocurrió con sus anteriores novelas, ‘Puerto Escondido’ y con ‘Un lugar a donde ir', y lo hace ahora con ‘Donde fuimos invencibles’. "Cada vez que viajo allí, llego a algún lugar que me habla y tengo que crear una historia".

El personaje principal de esta saga literaria ha ido evolucionando junto con las novelas. En esta tercera parte, la autora asegura que su protagonista se ha relajado un poco: "Se ha soltado la melena, pero no deja de ser una gran controladora que se pone firme cuando tiene que investigar, y más en un caso como éste en el que su escepticismo tiene que luchar contra aquello que está viendo, contra lo inexplicable".

La protagonista se tendrá que enfrentar a una muerte que parece natural, la del jardinero, en el Palacio del Amo. Sin embargo, gracias a la forense, descubre que no todo es lo que parece y que hay algún misterio que desentrañar: "Tendrá que averiguar qué sucede en el palacio para explicar qué clase de elementos paranormales pueden estar sucediendo allí."

"Nos vamos a encontrar con una maraña de personajes, cada uno posicionado de una forma muy distinta a la hora de determinar si existen o no existen los fantasmas", sentencia María Oruña.

Por último, la autora confiesa que con esta novela quiso hacer un homenaje a la literatura haciendo un pequeño guiño a los clásicos como los escritos por autores como Agatha Christie o Henry James.