El jurado del Premio Primavera de Novela, presidido por Carme Riera y compuesto por Antonio Soler, Gervasio Posadas, Fernando Rodríguez Lafuente y Ana Rosa Semprún, falló por unanimidad, en una reunión celebrada en Madrid, que la obra ganadora de este año sea 'Los ingratos' y su autor Pedro Simón. El jurado destaca que la obra es una crónica sentimental y familiar que narra los cambios de la sociedad española bajo la presencia de un personaje entrañable y conmovedor.
Asimismo, y también por unanimidad, se anunció que la obra ganadora del Premio 25 Primaveras de Novela, destinado a autores menores de 30 años, sea 'No hay gacelas en Finlandia', de Dimas Prychyslyy. El jurado destaca de la obra su destreza narrativa, la profundidad de personajes y voces y la originalidad de su estructura.
'Los ingratos', de Pedro Simón, Premio Primavera de Novela 2021
Corre el año 1975 y a un pueblo de la España que no tardará mucho en empezar a vaciarse llega la nueva maestra con sus hijos, dos chicas y un niño a través de cuya mirada se nos cuenta esta historia. El padre viaja por trabajo a Madrid y la madre apenas puede ella sola con la casa y la escuela. Así es como entrará en sus vidas la señora Emérita, una mujer que perdió a su marido cuando se cayó al pozo. Y de Emérita aprenderá el protagonista todo lo que hay que saber sobre las cicatrices del cuerpo y las heridas del alma, la liebre con arroz, el pan con chocolate, y a correr más allá de los almendros. Gracias al niño, Emérita recuperará algo que creyó haber perdido para siempre y aprenderá a leer.
Los ingratos es una emocionante novela sobre una generación que vivió en aquella España donde se viajaba sin cinturones de seguridad, la comida no se tiraba porque no hacía tanto que se había pasado mucha hambre, la banda sonora era Penélope de Serrat, se veía el Un, dos tres y nos rociaban con Nenuco cada mañana.
Es también un relato con imágenes poderosas e inolvidables sobre la pérdida de la inocencia y el paso de la infancia a la edad adulta, a la vez que un homenaje, entre la ternura y la culpabilidad, a los que nos trajeron hasta aquí sin pedir nada a cambio. Una auténtica historia de amor en toda la extensión de la palabra.
Pedro Simón (Madrid, 1971) es periodista y escritor. En la actualidad, trabaja en el diario El Mundo. Como periodista ha ganado el Ortega y Gasset de 2015 y el Premio al Mejor Periodista del Año de la APM en 2016. En 2020, fue finalista de los premios de la Fundación Gabo. Entre sus libros destacan dos antologías de reportajes (Siniestro total y Crónicas bárbaras) y su novela Peligro de derrumbe.
El autor, tras conocer el fallo del jurado, ha declarado: «Me llamó Carme Riera para decirme que mi novela (que no yo) era la ganadora. Decir que 'he sentido orgullo' o que 'para mí es un honor' sería un blablablá, palabras vacías. Y creo que escribir va justo de lo contrario. Sinceramente, cuando me han dicho que había ganado, se me ha puesto la mano derecha a temblar un poco, me he alegrado mucho. Eso es lo que me ha pasado cuando me lo han dicho. Luego he seguido cocinando. Porque venían los niños del colegio».
El Premio Primavera de Novela, dotado con 100.000 euros, es uno de los más prestigiosos en lengua española y está convocado por la Editorial Espasa y Ámbito cultural de El Corte Inglés, con el fin de apoyar la creación literaria y contribuir a la máxima difusión de la novela como forma de expresión artística de nuestra época. Desde su primera edición en 1997, el certamen se ha consolidado como referencia clave para las letras hispanas y aumenta cada año en volumen de participantes.
'No hay gacelas en Finlandia', de Dimas Prychyslyy, Premio 25 Primaveras de Novela
Mario, dependiente de una librería y recién despedido, pasa las ocho horas de su jornada no laboral en el metro. Ha encontrado en el suelo de un vagón un papel con algo escrito: la lista de la última compra que uno hace en la vida. Tiene que verlo Damián, aspirante a escritor en los ochenta, que decide solicitar la ayuda de Claudia, cuyo trabajo es suplantar a algunos autores en sus redes sociales. Hay una marca en el papel que le resulta familiar y... aquí empieza la búsqueda que los llevará hasta Olvido, bibliotecaria cómplice; Aurelio, comisario de policía letraherido, y a Ástrid Lehrer, personaje en busca de autor.
Y mientras estas «personitas que no son capaces de separar el disfrute que les da la ficción del disfrute que les da hurgar en las vidas ajenas» se dedican a hacer de detectives salvajes, Misha batalla con su identidad sexual; su M., Isolina, con el abandono a través de una malsana relación con la comida que comparte con Antonio y Bea, y Zhora, encerrado en su casa, se ha bajado del mundo. Muy cerca de él vive Mar, una anciana de 99 años, contrapunto de paz y comprensión en el que encuentran consuelo los perdidos. Incluido el lector.
No hay gacelas en Finlandia es más que una novela: es, además, un puzle con toques de Valle pero a lo Burroughs pasado por Bolaño, que el lector ha de construir con la convicción de que la lectura es una sutil forma de violencia y de que todos, personajes, autor y lectores, somos bolitas de papel en recipientes de vidrio.
Dimas Prychyslyy (Elisavetgrado, 1992) es graduado en Filosofía Hispánica por la Universidad de Salamanca y Máster en Escritura Creativa por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado el poemario Mudocinética (Ediciones Idea, 2010) y ha sido galardonado con el Premio València Nova en su categoría de poesía en castellano por Molly House (Hiperión, 2017). Ha participado en las antologías Piel Fina, poesía joven española (Maremagnum, 2019) y De la intimidad (Renacimiento, 2019). En 2019 fue galardonado con el V Premio Logroño de Narrativa para Jóvenes Escritores por su libro de relatos titulado Tres en raya. En 2020 publicó Con la frente marchita en la editorial Dos Bigotes. Durante el curso 2016-2017 recibió una beca en la Fundación Antonio Gala. Escribe tanto poesía como prosa, que considera distintas caras de la misma moneda, para acercarse a temas como la identidad, la marginalidad o el homoerotismo.
El autor, tras conocer el fallo del jurado, ha declarado: «He pretendido hacer un retrato, mediante un elenco de personajes pintorescos, de una sociedad hiperconectada y a la vez sumida en la más absoluta de las soledades».
El Premio 25 Primaveras de Novela, tiene una dotación de 20.000 euros y ha sido creado para conmemorar este 25 aniversario en una edición única. Han podido optar a este galardón obras presentadas por escritores menores de treinta años.