Definitivamente, los vampiros ya no son lo que eran. Estas figuras místicas que han protagonizado infinidad de relatos de terror han ido evolucionando conforme lo ha hecho nuestra sociedad. Así lo ha querido plasmar David Remartínez en su libro 'Una historia pop de los vampiros'

Los vampiros también cambian

"Ese canon que estableció Drácula, de hombre maduro, seductor e impenetrable se ha transformado gracias a la cultura pop. El vampiro donjuanesco que seducía mujeres a su paso, hoy en día ya no tiene futuro. Con la llegada de la cultura pop, la mujer se va abriendo paso y también puede permitirse ser narradora de los cuentos de vampiros". Con estas palabras, David Remartínez afirma que las historias de vampiros actuales son también historias de igualdad.

'Una historia pop de los vampiros' nos explica cómo la figura del vampiro se ha convertido en una promesa de felicidad y eterna juventud, y ya no da miedo. "A raíz del Conde Draco, de 'Barrio Sésamo', comienzan a incorporarse vampiros buenos hasta llegar a la saga 'Crepúsculo', que marca un antes y un después en toda la historia del vampirismo, donde los adolescentes se adentran en el mundo vampírico pero estos seres ya no dan miedo". De hecho, los vampiros han pasado prácticamente a ser los defensores de los desamparados.

Este libro se organiza en nueve capítulos diferentes, cada uno dedicado a un personaje diferente, como el Conde Draco de 'Barrio Sésamo', Marceline de la serie de animación 'Hora de aventuras', Cassidy de los tebeos de 'Predicador' o Fernand, de 'Vampir' de Joann Sfar. Personajes que conforman el imaginario de la figura del vampiro contemporáneo.