La investigación trata la desaparición de anfibios de sus hábitats naturales durante las últimas décadas, en concreto se estima que han desaparecido 112 especies en el mundo desde 1980. En conctreto, demostraría, por primera vez, una correlación directa entre el calentamiento globlal y la desaparición de 65 especies de anfibios en América Central y del Sur.

El documento explica cómo el calentamiento global ha permitido que el hongo quítrido, que prospera en Costa Rica y los países vecinos, mate a las ranas porque se adhiere a su piel (extremadamente permeable y sensible) y crece sobre ella, además de liberar una toxina que les resulta letal. Las temperaturas más altas dan lugar a más vapor de agua en el aire, que a su vez forma una capa de nubes que conduce a días más frescos y noches más cálidas. Estas condiciones favorecen el crecimiento del hongo, que prospera y se reproduce mejor a temperaturas cercanas a los 25º C.

Si bien los investigadores habían identificado previamente al hongo como una de las principales razones para explicar la desaparición de las ranas, han estado tratando de determinar porqué la enfermedad se ha cobrado un precio tan alto en los últimos años.

Por otra parte, la cantidad de anfibios existente está experimentando un descenso en picado en África, Asia y América del Norte, de acuerdo con un estudio exhaustivo de 2004, que citó el cambio climático, así como la pérdida de los hábitats por la deforestación y la contaminación como factores clave.

El estudio ha provocado la reacción de otros científicos
Stephen Schneider
, climatólogo de la Universidad de Stanford considera que la nueva investigación representa "un paso creativo en la dirección correcta, pero que todavía es temprano para dar el problema por resuelto." Agregó que el estudio es "sólo una prueba más" de que el calentamiento global está vinculado a la aceleración de la extinción en todo el mundo. James Collins, que estudia ranas arlequín de la Universidad Estatal de Arizona, ha calificado dicha investigación como "una contribución interesante" para entender lo que está sucediendo a los anfibios en todo el mundo.

Estos resultados están provocando que, incluso, algunos científicos que habían sido escépticos sobre el impacto del cambio climático sobre los anfibios, se planteen revaluar su posición.