Una investigación publicada en la revista 'Nature' ha demostrado que las abejas prefieren alimentarse de las flores tratadas con los químicos de los pesticidas.

Los pesticidas contienen una solución azucarada que actúa en el cerebro de las abejas de forma similar a la nicotina en el cerebro humano, por lo que se podría comparar con la adicción de las personas al tabaco.

Hasta el momento se creía que las abejas eran capaces de detectar la presencia de estos químicos y evitarlos, pero ahora este estudio demuestra que, lejos de evitar los pesticidas, estos insectos se sienten atraídos por el néctar contaminado sin ser capaces de detectarlo.

Para llevar a cabo este experimento, los científicos dispusieron dos cajas con dos soluciones de glucosa. Una de ellas sin nada añadido y otra con una dosis muy baja de pesticida. La sorpresa llegó cuando las abejas, las abejas de la miel y el abejorro común optaron por beber sólo el líquido que contenía la dosis de pesticida.