Investigadores de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, observaron que los asfaltos de las carreteras y techos producían mezclas complejas de compuestos orgánicos, incluidos en contaminantes peligrosos, cuando las temperaturas y las condiciones solares eran más agresivas.

Tras décadas de regulaciones sobre los vehículos a motor, ahora estudios recientes demuestran que otras fuentes no relacionadas con la combustión también son importantes fuentes de contaminación.

Para llevar a cabo esta investigación, recogieron restos de asfalto fresco y lo calentaron a diferentes temperaturas y llegaron a la conclusión de que los productos relacionados con el asfalto emiten mezclas de compuestos orgánicos al aire, muy vinculados a la temperatura y otras condiciones ambientales.

También examinaron lo que sucede cuando el asfalto se expone a una radiación solar moderada y percibieron un aumento significativo en las emisiones de hasta un 300% para el asfalto de carretera, lo que demostró que la radiación solar también puede aumentar las emisiones.

Los pavimentos constituyen aproximadamente el 45% de las superficies en las ciudades estadounidense.