Estos datos se recogen del informe elaborado por el equipo de Gobierno de la alcadesa de Madrid, Manuela Carmena, sobre la impieza de la ciudad. También, recoge el número de denuncias realizadas por meses, y septiembre y octubre con 487 y 484, respectivamente, son los meses que más denuncias se realizaron en 2016.

Entre las actividades prohibidas por la normativa municipal se encuentran realizar grafittis, afectar al espacio público por la realización de obras, ensuciar la calle al hacer actividades de carga y descarga, o no recoger las cacas de los perros.

Ante estos comportamientos, la ordenanza de limpieza municipal penaliza con multas entre 751 y 1.500 euros estas acciones.

Pero para aquellos ciudadanos que no quieran pagar esta multa económica, existe otra alternativa: pueden cambiar la sanción por la realización de trabajos de limpieza por un número determinado de horas.

Hasta el 10 de noviembre, del pasado año, aceptaron esta medida unas 44 personas, de las que 21 habían finalizado satisfactoriamente este cometido.

Así, los infractores que se acogen a este protocolo, realizan trabajos de limpieza los sábados y domingos, de 9.00 a 14.00, y se les asigna un tutor que, al final su labor, dictan un informe favorable o desfavorable que supone la suspensión o la ejecución de la multa.