El Ayuntamiento de Madrid ha rectificado y finalmente no cerrará Gran Vía de forma permanente al tráfico privado desde Navidad. Este gran eje reabrirá, tras el parón madrileño, en enero de 2018 y su acceso no se limitará a residentes hasta el establecimiento de la Zona de Cero Emisiones Central, en junio del mismo año.

Sin embargo, esta gran avenida sí vivirá cortes parciales en el tráfico rodado debido a las obras para ampliar sus aceras, que harán que los coches pierdan un carril por sentido en beneficio de los peatones y que se extenderán durante 10 meses desde su comienzo en el próximo mes de enero. "Las restricciones al tráfico tendrán que ver con el uso del espacio público disponible, exclusivamente", ha asegurado el delegado de Desarrollo Urbano Sostenible (DUS), José Manuel Calvo, en la rueda de prensa posterior a la Junta del Gobierno.

Los cortes se irán anunciando según vayan avanzando las obras, ha añadido el delegado. Ayer mismo Calvo afirmó, en una entrevista y preguntado sobre si el corte sería definitivo que "no tendría mucho sentido reabrir la Gran Vía" al tráfico después de Navidades "para empezar la obra un mes o quince días después". "Lo que haremos será mantener esa estructura para que puedan a empezar a operar las empresas que harán la obra", afirmó.