Las zonas de ocio nocturno suelen ser las más ruidosas y molestas para los vecinos. Por eso, ayuntamientos como el de Zaragoza extreman medidas de control. Incluso, algunos consistorios deciden poner en marcha otras iniciativas más extremas como asfaltar con pavimento fonoabsorbente. Por otra parte, muchas corporaciones optan por generalizar los limitadores acústicos en actividades al aire libre e instalar sonógrafos en locales cerrados.

El ayuntamiento zaragozano ha puesto en marcha un plan de acción contra el ruido 2010-2015 para reducir el actual impacto acústico y mantener las "zonas tranquilas" del municipio: La desembocadura del río Gállego, Pinares de Venecia, los parques de José Antonio Labordeta y Oliver y el Galacho de Julisbol.

"Zaragoza es un ejemplo de planificación contra la contaminación acústica", afirma la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). Según fuentes municipales, aunque el tráfico es, en este caso, el que genera los mayores impactos, la calidad ambiental vinculada al ruido está en la media europea y el 79% de la población no tiene problemas de exposición de manera permanente.

Barcelona, Valencia, Coruña, Madrid y Sevilla
Por primera vez en Barcelona, cuarenta promotores ambientales llevan consigo un sonómetro para medir "in situ" el ruido emitido por los usuarios de los espacios públicos y concienciar sobre el derecho al descanso de los vecinos. La medida la ha puesto el Ayuntamiento de la ciudad en el marco del 'Plan Silencio'. Pretenden llegar al menos a 700 establecimientos de todos los distritos.

El Ayuntamiento de Valencia ha asfaltado con pavimento fonoabsorbente una gran superficie de la calzada de diferentes calles de la ciudad, lo que ha permitido reducir el impacto acústico del tráfico rodado en un 75%.

Según informa la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) en su página web, el reasfaltado ha cubierto, en el último año, más de 200.000 metros cuadrados de calles. "Haz ruido contra el ruido" es el lema de una de las campañas impulsada desde el consistorio, en colaboración con los rectores de las cuatro universidades valencianas, para involucrar a los jóvenes en la lucha contra la contaminación acústica.

Por otra parte, en La Coruña, se ha optado por medidas innovadoras y, a través de su ordenanza municipal medioambiental, el Ayuntamiento prevé que las actividades musicales cuenten con la instalación de una caja negra o sonógrafo, que registra permanentemente los niveles de ruido, que deberán estar de acuerdo con la normativa y contar con el visto bueno de la inspección.

Además, la corporación coruñesa ha implantado la declaración de distancias mínimas entre locales (25 metros) y de zonas saturadas para evitar la negativa concentración de locales en las denominadas 'zonas de marcha'.

En Madrid, el reciente Plan pretendía adelantar el horario de cierre a los locales de ocio potencialmente más molestos (como discotecas, salas de fiesta y bares de copas). Sin embargo, el Ayuntamiento ha renunciado a esa medida, tras las alegaciones presentadas al Plan por la Plataforma empresarial del ocio de Madrid, que llegó a pronosticar que medidas como ésta causarían el cierre de 1.500 empresas en dos años.

El Ayuntamiento de Bilbao recibe anualmente una media de 77 denuncias por ruidos, una cifra que ha aumentado en los últimos años. Por ello, esta corporación pretende que todos los nuevos proyectos de la ciudad y de sus barrios incorporen "el confort acústico" como un elemento más. En concreto en la Plaza Arriquibar de Bilbao, se han instalado sonómetros y pulsómetros a voluntarios destinados a evaluar el entorno sonoro. Además, el ayuntamiento bilbaíno y el centro de investigación Tecnalia lideran un proyecto para la creación de "islas sonoras" y "remansos de paz" en medio del bullicio.

En Sevilla la normativa contra el ruido está paralizada desde finales de 2010 tras rechazar la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) el reglamento contra la contaminación acústica aprobado semanas antes por la Junta de Andalucía. La falta de negociación mantiene paralizada la aplicación de la norma a pesar de que el ruido es la primera queja ambiental de los andaluces residentes en ciudades, según el Ecobarómetro de Andalucía.

La Federación Española de Municipios y Provincias lucha contra el ruido
Recientemente, la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, pidió a la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) que promoviera una campaña anti-ruido a nivel nacional con la ayuda del Gobierno. Ante esta petición, la FEMP ha perfilado un plan de trabajo que, entre otros puntos, recomienda a los cuerpos de policía local que realicen campañas de control y vigilancia de vehículos y actividades potencialmente contaminantes.

El año pasado, la FEMP puso a disposición de los municipios una guía para la implantación de los planes de movilidad urbana sostenible con pautas para minimizar la generación de ruido.