La lucha contra el comercio ilegal de animales tiene un nombre propio, 'Black Mambas'. Este grupo, formado en su mayoría por mujeres, actúa en el Parque Nacional Kruger, en Sudáfrica, hogar tanto de rinocerontes como de leopardos, leones, elefantes y otros animales salvajes.

El grupo está formado por 26 integrantes que patrullan parte de las dos millones de hectáreas que componen el parque y desde que iniciaron su actividad han conseguido detener a seis cazadores furtivos, han acabado con cinco campamentos de cazadores y con el 76% de las técnicas que usan los cazadores para atrapar a los animales.

El comercio ilegal es uno de los principales problemas a los que se enfrenta esta unidad. Los cuernos de rinoceronte son uno de los objetos más codiciados en el mercado negro, lo que provoca que este animal sea uno de los más amenazados en la zona.

El equipo ha sido premiado por el Programa Ambiental de las Naciones Unidas, el mayor reconocimiento del medio ambiente. Las mujeres y hombres que integran este grupo caminan dos kilómetros al día durante tres veces a la semana para ahuyentar de la zona a los cazadores.

"No tengo miedo. Yo sé lo que estoy haciendo sé porqué lo estoy haciendo. Si ves a los cazadores furtivos diles que no lo intenten, diles que nosotros estamos aquí y son ellos los que están en peligro", afirmaba Leitah Mkhabela, una de las 'Black Mambas'.

"Sus éxitos son el resultado de su impresionante valor y determinación que las hacen diferentes en la comunidad. Las Black Mambas son una fuente de inspiración no solo a nivel local, sino en todo el mundo para todos los que trabajan para eliminar el comercio ilegal de animales", explicaba el director del Programa Ambiental de las Naciones Unidas.