La investigación, realizada por expertos de la Universidad Estatal de Carolina del Norte (NCSU), ha puesto de manifiesto que algunas plagas de insectos se desarrollan mejor en ambientes cálidos y urbanos.

Para llegar a esta conclusión, se experimentó con dos especies diferentes, un tipo de insecto llamado 'Parthenolecanium quercifex' y con avispas parasitoides, encargadas de limitar la reproducción de 'P. Quercifex' para evitar plagas.

El objetivo de este experimento era saber si las altas temperaturas provocan desajuste fenológico en este tipo de insectos. Para ello los científicos recolectaron más de 1.500 insectos, la mitad en sitios fríos y la otra mitad de lugares más cálidos. 

Los expertos comprobaron que las temperaturas cálidas no solo adelantaban la producción de larvas de 'P. Quercifex', sino que estos insectos llegaban a producir el doble de huevos en lugares cálidos. "Creemos que las cochinillas en sitios calientes comienzan a producir huevos a principios de año, antes de la eclosión de las larvas de avispa", aseguró Emily Meineke, una de las autoras de la investigación. "Esto les da efectivamente una ventaja, permitiéndoles producir más huevos que los insectos que viven en los ambientes más fríos" añadió la científica.

Meineke indicó que "las larvas de la avispa no se ven afectados de ninguna manera, pero las temperaturas más cálidas limitan claramente el impacto que las avispas tienen en las cochinillas". La científica afirmó que el calentamiento global es "una fórmula natural de limitar las poblaciones de cochinilla" que puede no funcionar nunca más.