Los efectos del cambio climático sobre el suelo podrían resultar en una gran pérdida de la biodiversidad. Lo que limitaría la descomposición orgánica y, por tanto, los nutrientes que se encargarían de enriquecer el suelo y permitir el mantenimiento de las plantas.

Un experimento consistente en el uso de dos lonas para simular los efectos del calor y la sequía, derivados de la ausencia de lluvias y el aumento de las temperaturas, ha desvelado que el cambio climático podría suponer la ausencia total de nutrientes y organismos que permitieran la vida vegetal en el suelo.

Después de un periodo de cuatro años, los investigadores midieron el nivel de unos organismos llamados colémbolos, que aparecen en este tipo de entornos y favorecen la descomposición. El estudio, que se ha llevado a cabo en más de 50 parcelas de distintos países europeos, como Reino Unido, Holanda, España o Italia, ha demostrado que cuanto más altas son las temperaturas, y a menor nivel de humedad, menos diversidad de colémbolos presentaba el suelo.

Estos resultados, que significan un empobrecimiento del suelo por una descomposición de los restos orgánicos vegetales mucho más lenta, suponen también un grave problema para los ecosistemas agrícolas, como han observado los responsables del estudio. Algo que podría limitar nuestra capacidad alimentaria en un futuro cercano.