Wenshan ha puesto en marcha esta ordenanza en respuesta a quejas de vecinos para evitar ataques de perros y contagios de rabia, según ha explicado el inspector de sanidad animal y una funcionaria de gestión urbana de la ciudad a medios chinos.

Las autoridades de esta localidad, de algo menos de medio millón de habitantes, también han prohibido las correas de más de un metro de longitud, y han exigido que solo los adultos puedan pasear a sus canes.

Desde que la medida ha entrado en vigor, la semana pasada, no ha habido más denuncias de ciudadanos. Esta norma no viene acompañada de una multa, pero si de "educación" por parte de las autoridades.

En la red social Weibo (equivalente chino de Twitter), algunos usuarios se muestran a favor porque consideran que "si los dueños quieren realmente a sus perros, ¿no se pueden levantar pronto e irse tarde a dormir para pasearlos?". Sin embargo, otros se ponen de lado de los dueños y consideran que "esta medida hará que la gente se canse".

En China, los dueños tienen la obligación de vacunar a sus perros y pagar una licencia anual que puede ascender a 300 dólares. Aunque el diario South China Morning Post asegura que la mayoría no registra a sus animales y éstos son sacrificados por las autoridades.

Por otra parte, la industria de mascotas en China está en auge. Tanto es así que un reciente informe, publicado por el portal especializado Goumin, señaló que este año el gasto en compras de perros y gatos aumentará un 27% en comparación con el realizado el año pasada, hasta alcanzar los 170.000 millones de yuanes /unos 24.500 dólares).