1. Cambio de hábitos de consumo

Es fundamental que cambies de hábitos de consumo. Existen medidas que podemos empezar a poner en práctica de manera sencilla y no implican ningún coste adicional. Simplemente modifica algunos hábitos de consumo y estilo de vida.

Siempre es mejor ducharse que bañarse.Cierra el grifo mientras te enjabonas, en el afeitado, en el cepillado de dientes, mientras friegas los platos…No emplees el inodoro como una papelera.Apaga las luces cuando salgas de una habitación.No descongelar alimentos bajo el chorro de agua.Poner la lavadora y lavaplatos cuando estén llenos.

2. Apaga los aparatos electrónicos cuando no los estés utilizando

Desenchufa cualquier aparato electrónico como un ordenador, televisión, caragadores móviles que es ese momento no estés utilizando así evitarás que se estropeen, antes de tiempo, además, su consumo residual puede llegar a generar un coste de 60 euros al año.

3. Iluminación

Apaga las luces cuando no te hagan falta o no las estés utilizandi. También es recomendable instalar bombillas de bajo consumo o fluorescentes LED  ya se trata de una pequeña inversión que rápidamente se verá amortizada. 

Este tipo de bombillas tienen una vida útil 8 veces superior a las normales y, además, nos pueden ayudar a ahorrar una media de 100 euros al año ya que gastan entorno a un 80% de energía menos que las bombillas tradicionales.

4. Configura tus equipos de calefacción y aire acondicionado

Regula tus equipos para obtener la temperatura ideal y mejorar su eficiencia energética.

Lo ideal es mantener la calefacción a 20ºC, el aire acondicionado a 26ºC y el agua caliente a 35ºC. Cada grado de diferencia supone un ahorro de un 8% de energía.

5. Buenas prácticas en la cocina

Tomando las medidas adecuadas mientras cocinas puedes reducir tu factura energética. Por ejemplo, utiliza la olla a presión siempre que puedas ya que consume la mitad. 

Cocinar con microondas también supone un ahorro energético y de tiempo. Si utilizas el horno, evita abrirlo mientras esté funcionando ya que supone una bajada de unos 20ºC de temperatura. Por último, apaga el fuego 5 o 10 minutos antes de acabar la cocción para aprovechar el calor residual.

6. Aprovecha la ventilación y la luz natural

Siempre que puedas, aprovecha al máximo la luz solar, es gratis. Subir las persianas, correr las cortinas o pintar las paredes con colores claros son algunas prácticas que reducen la necesidad de iluminación artificial.

También, si abres las ventanas de forma que se puedan crear corrientes de aire naturales podrás ventilar de forma eficaz y disminuir el uso de aire acondicionado.

7. Electrodomésticos de bajo consumo

Utiliza, siempre que puedas, electrodomésticos de bajo consumo. Opta por electrodomésticos de clase energética A++ o A+++ que comportan un ahorro del 70% en consumo de energía respecto a los electrodomésticos de clase A.

8. Lavadora, secadora y lavavajillas

Para un uso eficiente de estos electrodomésticos, utilízalos a carga completa o utiliza programas ecológicos y económicos.

Evitar el prelavado en la lavadora y, siempre que puedas, intenta usar agua fría siempre que sea posible. 

9. Un buen aislamiento es la clave para el ahorro en la climatización de tu hogar

El aislamiento es sinónimo de eficiencia: si entran corrientes por tus ventanas, séllalas con silicona.

Instala dobles cristales en las ventanas y reducirás tus necesidades tanto de calefacción como de aire acondicionado. 

10. Invierte en pequeñas mejoras

El objetivo de estas pequeñas mejoras podrán ahorrar, bastante, en el consumo.  A la larga estas pequeñas mejoras se agradecerán.