Un nuevo estudio sobre la calidad del aire alerta del alto nivel de contaminación atmosférica en los 28 países de la Unión Europea. Esta situación supone que por cada año de exposición a estas partículas, los menores europeos perderían 125.000 años de vida saludable.

Para llevar a cabo el estudio, los investigadores del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) se centraron tan solo en siete factores ambientales que consideraron determinantes: el humo de tabaco respirado, la contaminación, las partículas de plomo y humedad en el aire, así como el nivel de formaldehído.

Los resultados de estos factores determinantes en la calidad del aire han concluido que la contaminación a partir de partículas de menos de 10 microgramos de diámetro, de menos de 2,5, y de ozono, sería la más dañina. A continuación se situaría el daño por respirar humo procedente del tabaco.

En total, después de calcular los años de vida ajustados por discapacidad (DALYs); una medida que proyecta el número de años de vida saludable perdidos por enfermedad, discapacidad o muerte prematura, se observó que la combinación de todos los factores medioambientales estudiados acabarían con hasta 211.000 años de europeos menores de edad.

Sin embargo, los propios responsables del estudio subrayaban que esta estimación podría ser todavía mucho mayor debido a que "la elección de los factores ambientales responde a exposiciones sobre las que existen más datos a nivel nacional, relacionadas con efectos en la salud." Por este motivo, "su impacto real podría ser mayor", ya que solo se han tenido en cuenta los efectos sobre la mortalidad infantil, el asma y las infecciones de las vías respiratorias bajas.