La Casa Blanca y el Departamento del Interior han anunciado los planes de protección del llamado Refugio Nacional de la Fauna del Ártico, que incluye una zona de unos 6.000 kilómetros cuadrados en la llanura costera norte de Alaska con potencial petrolero, lo que podría generar la oposición de sectores del Congreso y de la industria energética. 

“El Refugio Nacional de Fauna de Alaska es un lugar increíble, limpio, virgen. Ayuda a vivir al caribú y a los osos polares, todo tipo de vida marina, incontables especies de aves y peces, y durante siglos ha alimentado a muchas comunidades nativas de Alaska, pero es muy frágil”, aseguró Obama en un vídeo divulgado por la Casa Blanca. Con esta designación, “garantizaremos que esta increíble maravilla sea preservada para las generaciones futuras”, agregó. 

La llanura costera del nordeste de Alaska incluida en el proyecto de refugio ha sido desde hace mucho tiempo objeto de enfrentamientos entre las asociaciones ecologistas y las compañías que pretenden ampliar la exploración de petróleo en esa zona.

El anuncio de Obama ha sido respaldado por las organizaciones conservacionistas, pero también criticado por autoridades locales como el gobernador de Alaska, el independiente Bill Walker, y se espera que los republicanos del Congreso, que ahora tienen la mayoría en ambas cámaras, también se opondrán al proyecto. 

“He intentado trabajar con este gobierno (…) pero esos días ya han acabado”, declaró la senadora republicana por Alaska Lisa Murkowsky, presidenta del Comité de Energía y Recursos Naturales del Senado, que prometió una dura lucha en este asunto. “Lo que se avecina es un increíble ataque a nuestra soberanía y nuestra capacidad de desarrollar una economía fuerte que nos permita a nosotros, a nuestros hijos y nuestros nietos prosperar”, dijo Murkowsky en un comunicado. 

La secretaria del Interior, Sally Jewell, habló con Murkowsky de estos planes el pasado viernes en una conversación telefónica, según la nota, en la que la senadora expresó su extrañeza en que el Gobierno de Obama sea capaz de negociar con Irán y no con Alaska. De prosperar en el Congreso el plan de otorgar a esa zona protecciones adicionales a las que ya tiene, se crearía la mayor reserva protegida de fauna salvaje de Estados Unidos. Según fuentes del gobierno citadas en los medios locales, esta iniciativa es apenas la primera de una serie de decisiones que el Departamento del Interior pretende anunciar en las próximas semanas que afectarán las expectativas de prospección y explotación de las compañías petroleras en Alaska. 

Las organizaciones ecologistas han acogido el plan del Gobierno con satisfacción, por considerarlos una medida prudente destinada a preservar el futuro medioambiental de esa región. La llanura costera del nordeste de Alaska objeto de la medida del Gobierno es una zona utilizada para invernar por los osos polares, una especie que se encuentra en peligro de extinción, que también paren a sus cachorros y los crían en sus primeros meses de vida en esa zona hasta la primavera. También es hábitat natural de las manadas de caribú, los enormes osos grizlies, el peludo buey almizclero y los lobos del Ártico.