Desde que sucediera el accidente en la planta japonesa de Fukushima, la Unión Europea ha decidido crear un reglamento común para todos los países que la forman sobre la gestión de los residuos nucleares. Entre las que destacan la creación de depósitos de almacenaje y la obligación a los países comunitarios de publicar programas de tratamiento de desechos reactivos. 

Con esta nueva norma los gobiernos nacionales que conforman la UE (un total de 143 reactores nucleares) tendrán hasta 2015 para dar a conocer dónde van a instalar los centros de tratamiento de los desechos nucleares y bajo qué condiciones los tratarán.

Dado que muchos de los países que cuentan con plantas nucleares no tienen centros con esas mismas características, estos deberán incluir un calendario concreto para su construcción junto con los gastos estimados y una descripción detallada de las medidas necesarias para gestionar las instalaciones.

El comisario europeo de Energía, Günther Oettinger, dijo que esta nueva normativa es "un paso histórico para la armonización del problema de la gestión de los residuos".

Además esta normativa incluye la prohibición expresa de la exportación de residuos nucleares de la UE a terceros países. Esta decisión fue denunciada por Greenpeace, ya que dijo que a legislación de la UE abre la puerta a países como Hungría y Bulgaria para que puedan mantener acuerdos con Rusia y traspasar residuos a este país. También, la organización ecologista criticó en un comunicado que la UE no había tomado nunguna medida para controlar el transporte de material radioactivo.