Dinamarca se ha marcado un objetivo claro, ser el primer país 100% orgánico. El gobierno del país ha decidido crear una agricultura totalmente orgánica y una producción de alimentos que no emplee agroquímicos.

El objetivo espera cumplirse antes de 2020 y para ello el Estado ha destinado 35 millones de euros, a modo de inversión inicial, para promover este tipo de agricultura.

Esta inversión se destinará a aquellos agricultores que conviertan sus tierras de cultivo tradicional en orgánica o biodinámica.

Este proyecto de conversión tiene detrás un incremento de la conciencia ambiental, de la ecología y del compromiso de sus habitantes. Además, el gobierno ha ido aprovando de forma paulatina una serie de leyes de protección de la naturaleza, del agua y del uso de pesticidas y otros productos.

Otro de los planes que el gobierno ha puesto en marcha ha sido el lanzamiento de un plan de estímulo al consumidor para que elija productos ecológicos.

Con todas estas iniciativas, Dinamarca se pone a la cabeza de la lista de países comprometidos con el medio ambiente y con el deseo de avanzar hacia un planeta más sostenible.