Un importante estudio, llevado a cabo por un equipo de la Universidad de Zaragoza, concluye que los doce meses anteriores al mes de julio del año 2012, fueron, considerablemente, los más secos.

Este grupo de investigadores del departamento de Geografía de la Universidad de Zaragoza han utilizado información indirecta, como el estudio de los anillos de crecimiento de los árboles, para reconstruir el clima de la cordillera ibérica desde 1694 y analizar los periodos secos a partir del Índice Estandarizado de Precipitación (SPI).

Así, los investigadores recogieron 336 muestras y 45.648 anillos de crecimiento de cinco especies diferentes (P. sylvestris, P. uncinata, P. nigra y P. halepensis) a partir de 21 localizaciones de la provincia de Teruel, al este de la península ibérica, a una altitud media de 1.600 metros. 

Los resultados, publicados en International Journal of Biometeorology, han permitido evaluar las sequías de los últimos tres siglos y revelan que los doce meses que precedieron al mes de julio de 2012 fueron los más secos de todo el periodo contemplado.

Además, en el informe, estos expertos detallan que hubo 36 años extremadamente secos, en 1725, 1741, 1803 o 1879 y 28 años muy húmedos desde finales del siglo XVII.