Una nueva investigación, publicada en 'Environmental Research Letters', pone ahora el calor actual en un contexto histórico de 2.100 años utilizando la información de anillos de árboles y pruebas documentales históricas para conseguir una nueva reconstrucción europea de la temperatura de verano.

Veranos cálidos se han experimentado durante la época romana, hasta el siglo III, seguido por condiciones generalmente más frías entre los siglos IV y VII. Un período medieval generalmente cálido fue seguido por una fría Pequeña Edad de Hielo desde el siglo XIV hasta el siglo XIX.

El calentamiento pronunciado a principios del siglo XX y en las últimas décadas está bien capturado por los datos de anillos de árboles y la evidencia histórica en que se basa la nueva reconstrucción. Esta evidencia, hallada por un grupo de 45 científicos de 13 países, sugiere que los cambios naturales del pasado en la temperatura del verano son más grandes de lo que se pensaba, lo que sugiere que los modelos climáticos pueden subestimar la gama completa de los fenómenos extremos futuros, incluyendo las olas de calor. 

Esta variabilidad pasada se ha asociado con las grandes erupciones volcánicas y los cambios en la cantidad de energía recibida del sol. La nueva investigación que encontró que las temperaturas en los últimos 30 años se encuentran fuera del rango de estas variaciones naturales apoya las conclusiones alcanzadas por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) sobre que el calentamiento reciente es causada principalmente por la actividad antropogénica. 

Para explicar las altas temperaturas de las tres últimas décadas, los investigadores apuntan al papel de la actividad humana. "Siempre hemos sabido que las temperaturas han fluctuado durante muchos siglos, pero queríamos comprobar si el clima caliente experimentado en los últimos años era inusual visto en una escala de tiempo más larga", ha explicado el profesor Neil Roberts, de la Universidad de Plymouth.