El objetivo principal de esta medida es evitar el tráfico de reses en el país, donde hace unos días murió un hombre que trasportaba vacas y que fue linchado por extremistas hindúes. 

Esta propuesta llega en un momento clave de repunte en la violencia religiosa relacionada con estos animales. 

"Cada distrito deberá tener un refugio con capacidad para al menos 500 animales abandonados. Esto ayudará a reducir el contrabando de animales abandonados", señaló un comité del Gobierno en unas recomendaciones enviadas al Tribunal Supremo y recogidas por la agencia local ANI.

El comité indicó que es responsabilidad del Ejecutivo indio garantizar la seguridad y el cuidado de estos animales, especialmente a partir del momento en el que dejan de producir leche y pueden ser trasladados de manera ilegal a otros países en los que su matanza no está penalizada.

"La financiación de las casas de refugio debería ser gubernamental. Los refugios existentes carecen de instalaciones y recursos humanos", añadió el comité.

El grupo de expertos del Gobierno recomendó que las reses tengan su propio número de identificación, que incluya marcas y detalles del animal, de manera que se les pueda rastrear la pista y la puesta en marcha de un teléfono gratuito para denunciar el movimiento ilegal de vacas.