El equipo argumenta que la introducción de la agricultura suele ser considerado como un momento histórico decisivo para casi todas las comunidades humanas, que lleva al desarrollo de las sociedades en que se basa el mundo moderno.

En un estudio publicado en 'Science', los investigadores sugieren que la explicación más clara para que el trigo llegase allí es que los pueblos mesolíticos británicos mantuvieron redes sociales y comerciales que se extendían más allá del Canal de La Mancha.

Estas redes podrían haber sido asistidas por puentes de tierra que unían la costa sureste de Gran Bretaña con el continente europeo, facilitando los intercambios entre los cazadores en Gran Bretaña y los agricultores en el sur de Europa. Llamado Einkorn, este trigo era común en el sur de Europa en el momento que estaba presente en el sur de Inglaterra, ubicado en Bouldnor Cliff. 

El trabajo fue dirigido por Robin Allaby de la Universidad de Warwick, quien sostiene que el descubrimiento de einkorn indica que la Gran Bretaña mesolítica era menos insular y que los habitantes estaban interactuando con los europeos del sur durante el Neolítico.   

"Hace 8.000 años el pueblo de las islas británicas estaba llevando una existencia de cazadores-recolectores, mientras que al mismo tiempo, desde el sur, los pueblos agrícolas se estaban extendiendo gradualmente en toda Europa".

"Los puentes de tierra proporcionan una facilitación plausible de este contacto. Como tal, lejos de ser insular, Gran Bretaña estaba conectada culturalmente y posiblemente físicamente a Europa", agregó.