''El transporte en las ciudades: Un motor sin freno del cambio climático', que ha analizado los planes de movilidad urbana de las ciudades de más de 50.000 habitantes y que concluye que Barcelona, Madrid, Valencia, Málaga y Sevilla están a la cabeza en los planes de movilidad urbana de las grandes ciudades españolas, frente a Bilbao, que apenas ha comenzado a redactar su primer plan, según un informe presentado por la ONG. 

Así, Greenpeace ha señalado que el objetivo del estudio es "estimular el impulso y mejora de estos planes" por su potencial para convertir las ciudades en lugares más habitables, más limpios y menos causantes del calentamiento global.

La organización ecologista valora que el potencial de reducción de las emisiones en la movilidad urbana en España roza el 50% y que esto podría hacerse "tan solo" reduciendo el 35% los desplazamientos que en la actualidad se realizan en coches y derivándolos al transporte público; mejorando la eficiencia de los automóviles en un 35% y aumentando en un 15% o la ocupación media actual de los automóviles y los medios ferroviarios y en un 30 por ciento la de los autobuses.

Estas cifras, según se extrae del estudio equivalen a sacar de la circulación 9,6 millones de coches, es decir un 44% de los que hay en la actualidad. El estudio señala con estas medidas de aquí a 2030 parece un "objetivo razonable".

Por otro lado, este estudio concluye que las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de la movilidad urbana suponen el 10% del total, al alcanzar 35,1 millones de toneladas de CO2 y un 40% de las emisiones procedentes del sector transporte. 

Además, denuncia que las emisiones debidas al transporte representan "el peor comportamiento" en el incremento de emisiones desde 1990 tanto en la Unión Europea como en España, en comparación con la actividad industrial y la energía, donde "sí" se ha actuado.

En concreto, estima que la movilidad urbana es "probablemente" la que mayor potencial de reducción tiene a corto plazo, por lo que debe ser un "campo de actuación prioritario" y con exigencias de reducción incluso superiores a las aplicadas al sector de transporte en su conjunto".

El análisis señala que de los 35,1 millones de toneladas de CO2 de la movilidad urbana en España, un 87% se deben al desplazamiento de personas y un 13% al transporte de mercancías y de estas, más de tres cuartas partes se deben al coche.

Por otro lado, el estudio observa que las seis grande áreas metropolitanas (Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Málaga y Bilbao) suman un 44% de las emisiones de gases de efecto invernadero del total de las que se asocian a la movilidad urbana. En total, las áreas urbanas con más de 50.000 habitantes ascienden al 86% del total de este tipo de emisiones.