Un centenar de investigadores internacionales coordinados por el profesor de Paleobotánica de la Universidad de Murcia José Carrión han probado que hay una relación directa entre los cambios ambientales y climáticos y la evolución de especies de homínidos durante la prehistoria.

El estudio ha establecido una cronología de las primeras ocupaciones de especies humanas en el continente euroasiático y en Europa Occidental. En el primer caso están fechadas en Georgia hace 1,8 millones de años, y en el segundo, en Atapuerca (Burgos), hace 1,2 millones de años. 

Con la investigación han comprobado que en ambos casos, así como en los estudios del resto de yacimientos de la zona euroasiática, los cambios en los registros fósiles de humanos van precedidos por cambios climáticos y ambientales.

Con estos impactos ambientales, los antecesores de los humanos adaptaron la especie a través de migraciones que conllevaban cambios adaptativos, así como intercambios genéticos e hibridación de las especies que provocaban novedades evolutivas.

El equipo de investigación de la UMU ha puesto el énfasis en la influencia ambiental sobre los cambios evolutivos, frente a las teorías tradicionales que asociaban la evolución con cambios culturales.

Para Carrión, este estudio demuestra que son coincidentes los grandes cambios evolutivos siempre y los cambios biológicos y geológicos, en los que se encuentran los movimientos sísmicos, sequías, inundaciones o movimientos tectónicos.

Se trata de la última fase del Proyecto Ecochance, un estudio financiado por la Fundación Séneca.