El cambio climático parece estar acelerando el desprendimiento de icebergs de las grandes plataformas de hielo, y la comunidad científica no oculta su preocupación ante este fenómeno, cada vez más habitual. El iceberg más grande del mundo se ha desprendido de la plataforma de hielo Roone en el mar de Weddell, al noroeste de la Antártida. Una masa de hielo apodada como A-76 y que mide en torno a 4.320 kilómetros cuadrados, algo más grande que la superficie total de la isla de Mallorca (3.640), según las imágenes de satélite tomadas por la Misión Copérnico.

El iceberg cuenta con una longitud de unos 170 kilómetros y una anchura de 25, superando las magnitudes del iceberg A-32A, que era hasta ahora el más grande del mundo con alrededor de 3.880 kilómetros cuadrados de tamaño. Sin embargo, el recientemente desaparecido A-68, que se separó de la plataforma de hielo Larsen en la Península Antártica en 2017, llegó a abarcar 6.000 kilómetros cuadrados.

La Agencia Espacial Europea (ESA) vigila ahora de cerca al A-76 por si pudiese causar algún tipo de problema como el que podría haber generado el A-68 en noviembre de 2020, cuando amenazó con alcanzar la isla de Georgia del Sur.