A pesar de que la moda es la segunda industria más contaminante del mundo después de la aérea, sigue aumentando el auge de la 'moda rápida'.

En concreto, este sector produce más de 92 millones de toneladas de desechos y consume 1,5 billones de toneladas de agua al año, según la revisión de estudios liderada por la Universidad de Aalto (Finlandia).

Para el trabajo, los investigadores se han centrado en analizar en el uso del agua, la contaminación química, las emisiones de CO2 y los residuos textiles.

La producción de fibras causa enormes problemas ambientales en los países de producción de bajo coste. Además, supone la utilización de químicos nocivos y tóxicos, y de aguas residuales que no pueden volver a purificarse de forma adecuada.

Por ello, tanto los autores del estudio como otros especialistas medioambientales proponen una economía circular, que obligue a utilizar los residuos textiles como una materia prima y basándose en tecnología de reciclaje avanzada.